Rafa Domínguez
Una de las facetas menos conocida de la Guerra Civil en España fue la llamada Guerra en el Mar. La división en este estamento armado llevó a muchos oficiales a la tumba y a los marineros a tomar decisiones ambiguas respecto al bando y acciones a tomar en cada caso.
Uno de los episodios mas rocambolescos que se conocen por transmisión oral, referidos a la población de Benicarló, es la llamada “desbandá del cine familiar”. Una escueta noticia en La Vanguardia de Barcelona en su edición del 14 de abril de 1937 ponía fecha exacta a lo acontecido y relatado en cada casa en aquellos días en los que solo se conocía el paso de la guerra desde la prensa o la radio. En la población, todavía no habían aparecido los bombardeos aéreos del “Semolero” con base en Pollença, ni los de l’Aviazione Legionaria delle Baleari con base en Mallorca.
El lunes 13 de abril a primera hora de la tarde apareció en el horizonte a la altura de Vinaròs el crucero pesado Canarias junto con el crucero Almirante Cervera, barcos que junto al crucero pesado Baleares se encargaban de batir toda la costa del mediterráneo entre Girona y Cádiz. Fuera de la zona de exclusión marítima de dos millas náuticas, se dispuso en posición de foguear la costa buscando algún objetivo en la propia población, la línea férrea o la carretera de la costa entre Vinaròs y Benicarló. Sobre las cinco de la tarde abrió fuego con sus 4 cañones de 120 mm de una de sus bandas sin resultados conocidos sobre victimas o edificios (consultado a investigadores de Vinaròs, parece que nadie resultó herido).
Una vez abandonada la línea de tiro de Vinaròs, estos dos barcos se dirigieron a la altura de Benicarló para repetir la misma actuación sobre objetivos no identificados. A las seis de la tarde y con la misma operativa se dispusieron a cañonear la ciudad. (no hay constancia de caída de obuses en la población y se desconocen los objetivos del cañoneo).
Era martes posterior a lunes de Pascua y el Cine Familiar, sito en la plaza Doctor Pera, continuaba con su sesión de tarde de las cinco, donde se proyectaba Un lío de familia, de Stan Laurel y Oliver Hardy. El cine estaba como en cada sesión, abarrotado de jóvenes con ganas de pasar una tarde distraída. Dentro del cine nadie se apercibió de los cañonazos del crucero Canarias, pero fuera del cine la gente empezó a agolparse en la línea del mar para ver el espectáculo de los fogonazos de los cañones, entre expectación y miedo.
Una de esas personas, se dio cuenta de que sus hermanas se encontraban en el cine y fue corriendo a avisarlas de lo que estaba ocurriendo. Llegando al mismo, entró a oscuras hasta que las localizó juntas sentadas en una fila y susurrándoles al oído les dijo que salieran del cine que el Canarias estaba cañoneando el aeródromo de La Sénia (palabras textuales) y que era todo un espectáculo. Al instante y sin tiempo de levantarse de las sillas, el comentario era oído por parte de los allí presentes produciéndose de inmediato el abandono de la sala en medio del griterío, empujones y atropellos ocasionando el destrozo parcial del mobiliario, el abandono de enseres, chaquetas, bolsos, zapatos, … Las tres hermanas fueron las ultimas en abandonar el cine, el cual seguía reproduciendo la película sin nadie en la sala. Todos se dirigieron a pie de puerto y playa para ver como ya los dos cruceros abandonaban la costa para adentrarse en el mar.
Como nota suplementaria, solamente comentar que el capitán del crucero Canarias era Francisco Bastarreche quien, posteriormente, en 1940 visitaría la población de Benicarló como invitado a los actos del Cristo del Mar y que además fue el responsable del cañoneo de la carretera de Málaga-Almería donde fueron masacrados miles de sus habitantes en la ya desgraciadamente famosa “Desbandá”.
Este relato esta basado en la nota de prensa de La Vanguardia de Barcelona del 14 de abril de 1937 y la transmisión oral de las personas que se hallaban en el interior del cine, las hermanas Comes Gombau.
Rafa Dominguez