Este año se cumple el 95 aniversario de la concesión del título de “Ciudad” a Benicarló

Josi Ganzenmüller

Tal distinción fue propiciada por el noviazgo de Sara Pérez Sanmillán y Fontanals, hija del marqués de Benicarló, y Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hijo del General Primo de Rivera y hermano de José Antonio, fundador de Falange Española.

Sábado 23 de octubre de 1926 (La Vanguardia)

     Firma del Rey Alfonso XIII (Real Decreto del 22 de octubre).- “Queriendo dar una prueba de mi Real estima a la Villa de Benicarló, Provincia de Castellón, por el desarrollo de su industria, agricultura y comercio y por su laboriosidad y cultura, le concedo el Título de Ciudad y a su Ayuntamiento el tratamiento de Ilustrísimo”

Jueves 28 de octubre de 1926 (La Vanguardia)

     Al conocerse en esta villa el Real Decreto concediéndole el título de Ciudad y, a su Ayuntamiento, el tratamiento de Ilustrísimo, se ha desbordado el entusiasmo. Inmediatamente se han colocado colgaduras en todos los balcones, adornándose las fachadas de las casas y se han volteado las campanas. Se han dirigido patrióticos y efusivos telegramas de gratitud y adhesión a mayordomía de Palacio, a los señores presidente del Consejo de ministros, ministro de la Gobernación, gobernador civil y director general de Administración Local, por tan alto honor. La fachada de la Casa Consistorial está engalanada y luce fastuosa iluminación.

     Los antecedentes de la concesión son los siguientes: durante la estancia en Benicarló de don Miguel Primo de Rivera, se celebró un acto en el que el joven abogado y secretario de este Ayuntamiento, don Miguel Ruiz Esteller, hizo resaltar hechos gloriosos de la historia de Benicarló, merecedores de una honrosa distinción para este pueblo, lo cual lo consideraba de verdadera justicia, rogándole al señor Primo de Rivera que elevara a su ilustre padre el anhelo de este pueblo de querer ostentar, con el mayor orgullo en su blasón, un título que fuera demostración elocuente de su glorioso pasado, pidiendo se abriera el correspondiente expediente. 

     Acogida esta noble idea con el mayor entusiasmo por el alcalde don José Esteller Foix, señores de Benicarló, autoridades todas y pueblo en masa allí reunido, el ilustre visitante prometió, con el mayor cariño, interesarse por la consecución de tan justa demanda, lo cual ha efectuado con la mayor urgencia, por lo que el pueblo entero le quedará eternamente agradecido como lo está también al Gobierno de Su Majestad y señores marqueses de Benicarló, que tanto se preocupan por el engrandecimiento y progreso de este siempre, hasta hoy, preferido pueblo. Por eso y para demostrar tanta gratitud, se proyecta la celebración de una fiesta que ha de dejar gratísimo e imperecedero recuerdo en los brillantes anales de Benicarló.

     Lo cierto es que, efectivamente, este expediente realizado en apenas un mes, fue esencial en el asunto que nos ocupa. Vayamos pues a conocer, ahora, cómo fue la visita del ilustre visitante a quien, como hemos leído, “el pueblo de Benicarló le quedará eternamente agradecido”.

Jueves 16 de septiembre de 1926 (La Vanguardia)

     El día 8 llegó, procedente de Burriana, don Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hijo del presidente del Consejo de ministros, a la magnífica finca que poseen en Santa Magdalena de Pulpis los señores marqueses de Benicarló, Torre Olvido, a efectuar la visita que les había prometido. El día 9, y tan pronto fue conocida la noticia en Benicarló, se organizó una caravana automovilista compuesta de 18 autos, los cuales iban ocupados por las autoridades, somatenes y público, entre los cuales recordamos don Fernando Febrer, diputado provincial y presidente de la Unión Patriótica; don José Esteller, alcalde; teniente de la Guardia Civil; señor Cura párroco, don Antonio Llorens; cabo del somatén, don Julián Martín Pastor; notario, don Juan Boyer, vicecónsul francés y cabo del somatén, don Manuel Bosch; don Adolfo Ortenbach, don Pedro Martin, don Joaquín Fresquet, don José Fibla, don Julio Martín, don Miguel Esteller, don Antonio Martín, don Ramón Valls, don Cristóbal Cardona, don Domingo y don Agustín Roig, don Joaquín Foix, don Francisco Martínez, don M. Ruiz, don Vicente Barberá Armelles; las señoritas Henar y Pilar Martín Mayor, María y Luisa Pons Cornelia, Alicia Pons Rabal y María Barberá Armelles. Representaciones de Vinaroz y Santa Magdalena, señores que formaban la corporación del Ayuntamiento, representantes de Sociedades y otros muchos que sentimos no recordar.

     El día 10 se construyó un arco, verdadera obra de arte, inspirada por el artista valenciano don Julián Cano, con inscripciones y dedicatorias. A las doce llegaba el automóvil de los marqueses de Benicarló, ocupado por su hijo don Guillermo Pérez San Millán y Fontanals y las encantadoras hijas Sara y María Victoria, con don Miguel Primo de Rivera. Al apearse del vehículo sonaron aplausos y vivas, siendo saludados por las autoridades y numeroso público que les esperaba, encaminándose a la casa de los marqueses, a donde fueron acompañados por la banda «La Lira», la cual interpretó vibrantes himnos marciales. Al llegar a su domicilio, se asomaron a los balcones las autoridades con don Guillermo y D. Miguel. El primero pronunció un discurso presentando al hijo del presidente, el cual habló después para dar las gracias por el entusiasta recibimiento que le habían hecho.

     Desde allí se trasladaron al Pósito Pescador, donde visitaron detenidamente sus diversas secciones. Luego asomóse otra vez al balcón de dicha Sociedad don Miguel Primo de Rivera, quien pronunció breves, pero elocuentes, palabras y, por último, fueron al mar, donde estuvieron viendo los estragos que el temporal ha causado, derribándonos la ermita del Santo Cristo del Mar. Por fin, regresaron, deteniéndose a orar breves momentos en la nueva ermita del Cristo. Durante el recorrido de regreso fueron obsequiados con dos “corbeilles” de flores por la señorita Angelita Agramunt, trasladándose luego al local donde se sirvió el banquete que se le ofreció. Concurrieron unos doscientos comensales, en donde reinó la mayor alegría. También hubo brindis y discursos por don Miguel, don Guillermo y don Fernando Febrer David, presidente de la Unión Patriótica.     

Hasta aquí, todo lo encontrado en la prensa sobre esta historia. ¿La razón de “la visita que les había prometido” Miguel Primo de Rivera a los marqueses de Benicarló?: la amorosa relación que mantenía con su hija mayor. En efecto, Miguel y Sara eran novios. 

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